Se trata de una cita incluyente, de diálogo franco y no diplomático, que se desarrollará el próximo día 22, por iniciativa del presidente de México Manuel López Obrador, para trabajar juntos en solucionar una crisis humanitaria, desde Ecuador a Canadá, alegaron una y otra vez los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo, y de Costa Rica, Rodrigo Chaves, en conferencia de prensa.
Desde el Servicio Nacional de Fronteras, en la localidad de Metetí, luego de sobrevolar varios puntos de la selva y constatar la situación de las personas que llegan y familias con niños, ambos mandatarios explicaron que el objetivo de esa cumbre es que asistan todos.
Esa una cadena en la que cada eslabón es importante, subrayó Cortizo al precisar que casi el 60 por ciento de los migrantes son venezolanos, ecuatorianos y haitianos.
A una pregunta de Prensa Latina sobre qué otras acciones se sumarán a la cumbre de México, luego de esta cita binacional en el Darién, Cortizo subrayó la necesidad de que los países involucrados, mediante un diálogo franco, como lo hacen Panamá y Costa Rica, se unan para organizar lo que está sucediendo en estos momentos con todas las personas que transitan por la región para llegar al norte.
Debemos intercambiar información, y coincidir en el trato humanitario a los migrantes, pero debemos enfocarnos en que es prioridad la tranquilidad y el bienestar de las comunidades de sus pobladores.
El presidente Chaves argumentó a la par, que además de un diálogo franco, debe existir una conversación de tipo gerencial, para proteger a estas personas, pero que no afecten a las comunidades.
Ejemplificó que todos los países deben ponerse de acuerdo, pues para el control del tránsito de esos flujos es necesaria una logística que incluye transportación, alimentos, servicios de salud, hidratación, bioidentificación, caracterización de quienes presentan antecedentes penales entre otros aspectos.
También garantizar transferencia de dinero, patrullaje en las zonas, y seguimiento a las personas que fueron violadas o agredidas para después buscar a los responsables.
Dio a conocer que una de las soluciones entre ambos países es que se pondrá a disposición de los migrantes 200 autobuses para atravesar Costa Rica desde Panamá, que llegarán a un punto de control donde serán atendidos por autoridades migratorias y después seguirán su recorrido, debidamente registrados, sin aglomerarse en Paso Canoas, localidad limítrofe con la vecina nación del sur.
Para los mandatarios es esencial, además, que Estados Unidos defina las condiciones que deben ser aplicadas a los migrantes para que ingresen a su país. De lo contrario, muchos no tendrían que cruzar la peligrosa selva del Darién.
La cita binacional dio a conocer que, hasta la fecha, de enero a septiembre último, rumbo a Estados Unidos, han transitado por el Parque Nacional de Darién 417 mil personas, y al final de 2023 podría llegar al medio millón. Solo en el día de hoy ingresaron mil 997, precisan los datos.
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