La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que la mitad de los beneficiarios de su producción son mujeres y en total reúne a más de 100 millones de familias en 80 países de los cinco continentes.
Se trata de un sector relevante en las economías desarrolladas, pero para los países menos adelantados y en desarrollo, es un auténtico salvavidas, de acuerdo con la ONU.
Su cultivo resulta un importante sustento para muchos pequeños agricultores y trabajadores del campo, incluidas las mujeres, y proporciona empleo e ingresos a algunas de las zonas rurales más pobres del mundo.
El Día Mundial del Algodón, celebrado está vez por tercera ocasión, insiste en hacer del algodón un cultivo justo y sostenible para todos, de la granja a la moda, tema de la conmemoración.
A propósito de la fecha, la ONU promueve el aumento de la visibilidad del sector y su papel fundamental en el desarrollo económico, el comercio internacional y el alivio de la pobreza.
Estos esfuerzos coinciden con el Objetivo de Desarrollo Sostenible ocho, que persigue la garantía de un trabajo decente para todos y crecimiento económico inclusivo y sostenible.
Las Naciones Unidas han reconocido oficialmente el Día Mundial como un momento para dar a conocer la necesidad de que los países del Sur tengan un mejor acceso a los mercados relacionados con este producto, fomentar políticas comerciales sostenibles y permitir que se beneficien más de cada paso de la cadena de valor del algodón.
Un sistema comercial internacional del algodón reglamentado, no discriminatorio, abierto, justo, inclusivo, predecible y transparente es, a juicio del organismo, clave para proporcionar un medio de vida a cientos de millones de personas vulnerables en todo el mundo.
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