Como parte de la respuesta coordinada, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) envió 10 mil kits de higiene, cinco mil kits familiares y mil 500 juegos de ropa de invierno y mantas.
Otras mil lonas y artículos domésticos básicos junto a tiendas de campaña de emergencia para clínicas de salud sobrecargadas llegaron a la nación afectada para complementar el apoyo brindado por otros socios de la ONU.
Mientras, los heridos son tratados en instalaciones de salud cercanas, con medicamentos de emergencia proporcionados por Unicef.
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones, el Programa Mundial de Alimentos y otros entes enviaron equipos de evaluación de emergencia como parte de una respuesta inicial.
La Agencia para los Refugiados y la Organización Mundial de la Salud continúan brindando asistencia en coordinación con los talibanes.
Tras los primeros reportes del siniestro, el titular de Naciones Unidas, António Guterres, llamó a la comunidad internacional a unirse para respaldar a los afganos.
En un comunicado divulgado la víspera, el portavoz del alto representante, Stéphane Dujarric, recordó que las poblaciones vulnerables del país ya enfrentaban serios desafíos.
“A medida que se acerca el invierno, el secretario general de la ONU pide a la comunidad internacional que se una y apoye a las personas afectadas por el terremoto, muchas de las cuales ya estaban necesitadas antes de esta crisis”, dijo.
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