Esta medida sigue a la escalada del conflicto entre israelíes y palestinos luego de la sorpresiva incursión a gran escala del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en Israel en la mañana del pasado sábado.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió avisos respecto a la situación en el área y la víspera United Airlines, Delta Air Lines y American Airlines suspendieron sus vuelos directos, operados normalmente desde grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Washington DC y Miami.
En la mañana de 7 de octubre Hamas lanzó numerosos cohetes contra Israel y posteriormente decenas de sus milicianos cruzaron la vigilada frontera de la Franja de Gaza e ingresaron a ese país.
Los analistas refieren posibles fallas de inteligencia que no permitieron detectar cómo los combatientes de la resistencia fueron capaces de planificar y ejecutar esta acción coordinada en las propias narices de Israel.
El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró el apoyo «inquebrantable» al estado sionista desde el primer momento y ayer el secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció el envío de un portaaviones y destructores al mar Mediterráneo oriental en apoyo a su aliado, que declaró oficialmente el “estado de guerra” y el bloqueo total a la Franja.
Cuando Biden habló con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu acerca del “horrible ataque” de Hamas obvió los 75 años de sufrimiento y desplazamiento del pueblo palestino ante la, hasta ahora, mirada silenciosa del Gobierno de Estados Unidos y, en sentido general, de la comunidad internacional, en una política de doble rasero.
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