De acuerdo con una nota divulgada este lunes en el sitio oficial de ese gremio, el paro de 24 horas incluye a los autobuses, al servicio de metro, así como a parte del transporte ferroviario, y tiene entre sus causas los bajos salarios, por lo que exigen el establecimiento de un pago mínimo de 10 euros por hora.
“Los salarios de los trabajadores del transporte público en Italia siguen siendo los más bajos de Europa”, según declaraciones de un vocero divulgadas recientemente por el diario Il Giornale.
Los afiliados también se pronuncian por un incremento en la seguridad de los trabajadores y a favor de que el homicidio en el trabajo se contemple en las leyes como un delito específico.
“Las condiciones de trabajo empeoran y se reducen las protecciones de salud y seguridad de quienes son empleados para garantizar el servicio, mientras aumentan las responsabilidades y riesgos para estos últimos” agregó ese portavoz.
La USB pide además que se garantice el derecho de huelga en los servicios públicos esenciales y se pronuncia además, de forma paralela, a favor de una reducción de los gastos militares y del envío de armas a Ucrania.
El paro se efectúa en esta jornada, tras el aplazamiento de su primera convocatoria del 29 de septiembre, debido a que en ese día una orden judicial promovida por el ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, redujo el mismo a solo cuatro horas.
Están previstas este lunes manifestaciones en Roma, Mestre, Venecia, Nápoles, Perugia, Módena, Turín, Vicenza y Bari, mientras que el martes 10 de octubre irán a huelga los taxistas afiliados a la USB, junto con los de otras cuatro agrupaciones gremiales, agrega la fuente.
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