El programa original establecía dedicar el miércoles y jueves a la votación de cada una de las modificaciones al proyecto elaborado por el Consejo Constitucional, pero todavía no se alcanza un consenso en algunos temas fundamentales.
Ante este panorama, los expertos decidieron continuar mañana las negociaciones, si bien el tema es complicado debido a la falta de coincidencia entre los representantes de la derecha y los de la coalición de gobierno.
Los avances de momento son parciales y se refieren más a temas técnicos que políticos o sociales.
El experto Alexis Cortés, del Partido Comunista, señaló que a medida que pasa el tiempo es cada vez más lejana la posibilidad de llegar a acuerdos.
Mientras, Catalina Lagos, del Partido socialista, reprochó a la derecha su insistente rechazo a las posturas que son políticamente más relevantes.
El próximo lunes el documento debe retornar al Consejo Constitucional, donde se prevé que la extrema derecha y sus aliados conservadores aprovecharán su mayoría absoluta para eliminar las enmiendas de fondo.
Si eso ocurre, será necesario acudir a una comisión mixta formada por seis consejeros y seis expertos y les corresponderá a ellos llegar a una propuesta definitiva que será sometida a plebiscito el 17 de diciembre venidero.
El texto es considerado como regresivo por analistas, organizaciones sociales, políticas y laborales porque limita o elimina derechos consagrados en el país, entre ellos la convocatoria a huelga para exigir mejoras salariales o de condiciones de trabajo.
También eleva a rango constitucional la privatización de educación, salud y el sistema de jubilaciones, y además restringe el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo por violación, inviabilidad fetal o riesgo para la vida de la madre.
Las cinco rectoras de universidades chilenas firmaron una carta donde expresan una profunda inquietud ante la propuesta de ley de leyes, pues significa un retroceso en las garantías de niñas y mujeres, así como en paridad de género y los derechos reproductivos.
Con ello, dicen, se anularía el largo trabajo y los avances como sociedad y otros aspectos directamente vinculados con la equidad y la justicia.
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