El informe que evalúa datos de las redes locales como Ayiti seisme y UTS, así como las regionales de Cuba, Jamaica y República Dominicana indicó que los movimientos telúricos tuvieron una magnitud en la escala de Richter de entre 0,8 y 3,8 grados.
Entre los temblores observados, 50 de ellos, es decir, el 80,65 por ciento, tuvieron una magnitud menor o igual a tres, y el 41,94 por ciento una profundidad menor o igual a 10 kilómetros.
Además, 26 de los sismos ocurrieron en el mar, lo cual sugiere un riesgo de tsunami si se hubieran dado las condiciones, advirtieron las entidades.
Durante el periodo estudiado los departamentos más afectados fueron Nippes, Noroeste y Oeste, con 14, 13 y 12 terremotos, respectivamente.
Haití sufre recurrentes eventos de ese tipo al estar situado sobre la confluencia de varias fallas geológicas.
En 2022 la Oficina de Minas y Energía junto a la Unidad Técnica de Sismología contabilizaron más de mil 500 temblores, el mayor de ellos de 5,5 grados de magnitud, con una actividad intensa en el sur del país.
Para el geólogo Claude Preptit, las numerosas actividades sísmicas en esa región, afectada en 2021 por un terremoto de 7,2 de magnitud, sugieren la amenaza de un fuerte movimiento telúrico que podría acompañarse de un tsunami.
Expertos señalan que la presencia de fallas activas que atraviesan el norte y sur del país exponen a Haití a un importante riesgo, lo cual sumado a la vulnerabilidad de la población es capaz de provocar catástrofes como la ocurrida en 2010 cuando más de 200 mil personas perdieron la vida.
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