En declaraciones a la prensa, el enviado calificó como importantes los avances referentes a la reforma rural, el alto al fuego, la reincorporación de excombatientes así como su seguridad.
La colaboración del Consejo de Seguridad para estos resultados también responde al compromiso del Gobierno y los grupos que se incorporan al diálogo, enfatizó.
Al presentar su informe trimestral ante ese órgano de Naciones Unidas, el también jefe de la Misión de Verificación en Colombia advirtió que las múltiples expresiones de violencia que persisten en varias regiones no deben seguir obstaculizando la implementación de los acuerdos.
Por el contrario, reconoció las iniciativas de diálogo impulsadas por el Gobierno con actores armados como un necesario esfuerzo adicional para desactivar estas amenazas y revertir sus impactos sobre las comunidades.
Sin embargo, en regiones como el Pacífico las acciones de grupos armados y la implementación limitada del capítulo étnico mantienen a las comunidades bajo niveles intolerables de violencia y de falta de oportunidades, alertó.
Las expectativas que genera el avance hacia la paz deben ser correspondidas con el cumplimiento de los compromisos adquiridos, con el desescalamiento de las confrontaciones y, especialmente, con el respeto de los derechos de comunidades, líderes sociales y firmantes del Acuerdo de 2016, añadió en su presentación.
Es necesaria la demostración constante de la voluntad de las partes para evitar que se repitan hechos como los ataques del mes pasado en el departamento del Cauca, que resultaron en la trágica muerte de civiles, admitió.
Además, reconoció como fundamental la definición de una arquitectura institucional clara para supervisar la implementación, incluida el nombramiento de un funcionario de alto nivel dentro de la Presidencia encargado de dirigir estos esfuerzos.
El período venidero será clave para traducir nuevos planes e iniciativas, dijo en vísperas de las elecciones locales, a celebrarse en dos semanas.
La guerra de Colombia alguna vez se consideró intratable pero la construcción de los esfuerzos que se están llevando a cabo hoy con el apoyo crucial de este Consejo, llegaron sobre los intentos frustrados en décadas anteriores, remarcó el enviado.
En tiempos de tensión en todo el mundo, el caso de Colombia es un recordatorio de que incluso los conflictos más arraigados pueden resolverse mediante el diálogo y un llamamiento a nunca desistir en la búsqueda de la paz, concluyó.
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