El secretario de Estado emprendió su viaje del 11 al 13 de octubre a Israel y Jordania un día después de la alocución del presidente Joe Biden desde la Casa Blanca en respaldo absoluto al régimen sionista.
En su cuenta en X, ante Twitter, Blinken escribió «me reuní hoy con @IsraeliPM Netanyahu en Israel para reiterar el apoyo férreo de Estados Unidos» a lo que consideró «el derecho de Israel a defenderse de los ataques terroristas de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica)».
Poco antes, en la propia plataforma de microblogueo, publicó: «Estoy en Israel hoy para dejar una cosa clara: Estados Unidos apoya a Israel y su pueblo», y subrayó que «siempre estaremos –resueltamente– contra el terrorismo».
En su discurso del pasado martes desde la mansión ejecutiva, Biden dijo que cuando el Congreso (paralizado tras la destitución del presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy) regrese pedirá tomar medidas urgentes “para financiar las necesidades de seguridad nacional de nuestros socios críticos”.
También ratificó que su administración estaba «aumentando» la asistencia militar adicional a Israel.
El fin de semana el Pentágono anunció que fueron movilizados el portaaviones Gerald R. Ford de la Armada de Estados Unidos, así como el crucero de misiles guiado USS Normandy, los destructores de misiles Thomas Hudner, USS Ramage, USS Carney y USS Rossevelt.
Al propio tiempo se informó sobre el incremento de escuadrones de aviones de combate F-35, F-15, F-16 y A-10 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la región del Mediterráneo Oriental.
“Vamos a asegurarnos de que Israel no se quede sin estos recursos”, apuntó el mandatario demócrata, quien no mencionó en su intervención las palabras “diplomacia” o “paz” como tampoco se escucha eso en boca de Blinken.
En la mañana del 7 de octubre, Hamas, en una sorpresiva operación, hizo una incursión a gran escala en territorio israelí que derivó en una escalada del conflicto en esa parte del mundo.
Mientras las autoridades dan calificativos a Hamas obvian la raíz del conflicto, el cual hay que buscarlo en 75 años de sufrimiento y desplazamiento del pueblo palestino ante la mirada silenciosa del propio Gobierno de Estados Unidos y en sentido general de la comunidad internacional, en una política de doble rasero.
Tras el ataque de Hamas, Israel declaró la guerra, ordenó la movilización de 360 mil hombres y bloqueó totalmente la Franja de Gaza, un enclave donde residen cerca de 2,3 millones de personas privadas de energía, agua y alimentos.
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