Taroco estuvo hasta la víspera al frente de ese penal, que alberga a unos cuatro mil internos, así como de la Unidad de Investigación y Análisis Penitenciario del Ministerio del Interior (MI).
La justicia lo imputo con prisión preventiva bajo cargos de cohecho calificado y violación de secreto.
Al exfuncionario del MI, enviado a la cárcel de Cañitas, en el departamento de Río Negro, en el noroeste de aquí, se le vincula con la causa del exlegislador oficialista, recluido en la prisión de Florida, acusado de 22 delitos, la mayoría de carácter sexual y contra menores.
Taroco está investigado por usar su cargo para ayudar Penadés con información sobre las víctimas, para lo cual la Fiscalia aplicó la llamada ley cristal o anticorrupción.
Según la acusación, el directivo del MI accedió a datos sobre los demandantes del exsenador del Partido Nacional, cuyas identidades estaban protegidas.
Las pesquisas del Ministerio Público continúan respecto a la participación de otros funcionarios policiales en la trama para obstaculizar la justicia.
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