En el acto, celebrado en Tibú, Norte de Santander, las partes acordaron el cese por tres meses para salvaguardar la vida de las personas en las comunidades donde tiene lugar el conflicto armado.
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, afirmó que con la puesta en marcha de este espacio de conversaciones queda instalado el “segundo paso en la política de paz”.
«Empezamos luego de 14 meses una fase sustancial, de exploraciones con altibajos. Hemos tenido más de 25 reuniones, hemos intensificado el diálogo de manera secreta y privada, pero hemos resuelto las contradicciones y hemos avanzado», enfatizó.
Acerca del cese al fuego, aseguró que aplicar el Derecho Internacional Humanitario abrirá la posibilidad de transformaciones en los territorios y construir una democracia para todas y todos.
El decreto del alto al fuego plantea que esta tregua tiene una duración inicial de tres meses y se basa en el respeto a la población civil con los objetivos de facilitar el funcionamiento de la mesa de diálogo.
Además, el respeto a la vida de grupos de especial protección, incluidos los firmantes del Acuerdo Final de 2016, permitir el desarrollo de las elecciones regionales del 29 de octubre y el cumplimiento de acuerdos territoriales.
El jefe de la Misión de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, saludó la instalación formal de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno Nacional de la República de Colombia y el Estado Mayor Central este lunes en Tibú.
«Reafirmo nuestro compromiso con la construcción de la paz en Colombia», manifestó.
Con este segundo proceso, el presidente Gustavo Petro avanza en sus objetivos de lograr la paz total, una política transversal a todo su programa de Gobierno.
El diálogo con el Ejército de Liberación Nacional ya está próximo a su quinto ciclo con acuerdos como el cese del fuego y la participación de la sociedad.
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