En lo general, dijo, empezamos a las 10 de la mañana en la zona arqueológica de Palenque con un recorrido de una hora y media de los presidentes que van a asistir con sus cancilleres, y luego iniciamos la reunión cerca de allí, donde se está haciendo un centro de atención a visitantes al que solo le falta ya el mobiliario, y va a ser un museo.
La reunión de presidentes, precisó, será más o menos entre las 11:30 a 12:30 hora local, y luego la comida. Posteriormente va a haber una conferencia de prensa al término de la reunión la cual, si no la hacemos los presidentes, la harán los cancilleres, pero en ese caso los mandatarios estarán en libertad de hacer declaraciones o ser entrevistados.
Dijo que todavía hoy no saben quiénes van a asistir, pero el dato se dará a conocer pronto.
El tema salió a colación tras una pregunta de que si el aumento del flujo migratorio había hecho que el gobierno perdiera el control de la masa de extranjeros que está entrando en México.
No se ha perdido el control de la migración, respondió, ni hay problemas porque el pueblo mexicano es solidario y no practica la xenofobia, aunque haya algún sector de la sociedad que lo haga, pero muy pequeño, que no los acepta, pero la mayoría del pueblo no.
Repitió su criterio de que la gente sale de su pueblo no por gusto sino por necesidad, y lo que proclamamos es ayudarlos y no hay desbordamiento a pesar de que ha crecido el flujo migratorio. Ahí vamos ordenando las cosas y trabajamos todos los días el tema.
Informó que se reúne cada 15 días con secretarios y gobernadores de los estados involucrados, como Chiapas, Campeche, Oaxaca, y Veracruz para ver qué pasa en la frontera sur, y admitió que hay incidentes pero no pasan a mayores, y lo que más le preocupa son los accidentes de tránsito que ya han costado muchas vidas.
Repitió que quieren resolver el problema atendiendo las causas, y es el tema principal a tratar con los gobernantes invitados para buscar formas de colaboración.
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