Esa situación afecta a millones en la actualidad mientras la humanidad es testigo de un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros.
Por ello, la fecha convoca a reflexionar sobre esa realidad y desmitifica la falta de ingreso como única causa de la pobreza.
A juicio de la ONU, se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad.
Las personas en esas condiciones experimentan privaciones que se refuerzan mutuamente, lo que les impide ejercer sus derechos, y así perpetuar su pobreza.
El organismo reconoce entre estos obstáculos las condiciones de trabajo peligrosas, la vivienda insegura, la falta de alimentos nutritivos, el acceso desigual a la justicia, la falta de poder político y el acceso limitado a la atención médica.
Por ello, este año el Día Internacional tiene como tema Trabajo decente y protección social para poner en marcha la dignidad, con un llamado al acceso universal a estos para defender la dignidad humana.
Aun cuando la ONU asegura que la pobreza extrema ha experimentado un notable descenso en las últimas décadas, a finales de 2022 más del ocho por ciento de la población mundial padecía ese flagelo.
Otras estimaciones vaticinan que 575 millones de personas, el siete por ciento de los habitantes del planeta, podrían verse atrapadas en esa situación para finales de 2030.
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