En conferencia de prensa, el abanderado del partido Movimiento Semilla subrayó que “dentro de las protestas pacíficas se han dado situaciones de bloqueo a la movilidad que causaron molestias y descontento en algunos sectores de la población”.
Señaló, por otra parte, que la negativa gubernamental a atender las legítimas demandas de la ciudadanía para defender la democracia despertó la indignación que alimentó protestas eminentemente pacíficas.
Las autoridades indígenas y organizaciones sociales incorporadas desde hace 17 días a los bloqueos de carreteras y movilizaciones “han sabido rechazar las provocaciones a la violencia de infiltrados y grupos criminales”, resaltó.
Adelantó que en los próximos días se reunirá con los distintos sectores sociales, económicos y políticos “para encontrar una ruta que nos permita avanzar en soluciones que se fundamenten en la necesidad de mantener la unidad de las y los guatemaltecos y evitar el escalamiento de la situación”.
“Sorprende que en el marco de un proceso de diálogo se da una orden con amenaza de uso de violencia”, reflexionó, en abierta referencia a la orden emitida por la Corte de Constitucionalidad para que se habilite el acceso a las sedes del MP.
Calificó ese hecho de contradictorio con el principio de diálogo, algo convocado por el propio Gobierno, y advirtió que desde antes de las protestas el MP promueve un golpe de Estado para evitar su llegada al poder, prevista para el 14 de enero de 2024.
Organizaciones ancestrales impulsaron el llamado paro indefinido desde el 2 de octubre pasado a partir de maniobras continuadas de la Fiscalía contra el Tribunal Supremo Electoral, incluso con empleo de la fuerza para secuestrar actas de votaciones.
Entidades locales e internacionales argumentaron que los allanamientos con la aprobación de Porras son violatorios de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
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