La pesquisa consideró las desigualdades sociales en los patrones de mortalidad e índices de pobreza en 62 barrios de Montevideo.
Concluyó que “la masculinización de la mortalidad” se ubica en las zonas más vulnerables, donde quienes fallecieron con 75 años o más son “la excepción”. Este último grupo tiene mayor presencia de mujeres y esto se relaciona con que residían en zonas con menor porcentaje de pobreza.
El informe apunta que la tasa de mortalidad para los menores de 15 años en la región de mayor vulnerabilidad social (las zonas de la capital más alejadas del centro) es aproximadamente “ocho veces mayor” que la registrada en la región de menor vulnerabilidad social, ubicada en el centro de la ciudad.
A su vez, la tasa de mortalidad de las personas de entre 15 y 34 años es “más de dos veces mayor en la región periférica”, y la mortandad entre los 35 y los 54 años correspondiente a la zona periférica “duplica la tasa” reportada en las zonas de menor vulnerabilidad.
El rotativo La Diaria dió cuenta de la medición de la Comisión, que tomó como fuente principal los certificados de defunción proporcionados por el Ministerio de Salud Pública.
Según la información, en 2022 se registraron 39 mil 321 defunciones y las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte, con 23 por ciento del total.
Le siguen los padecimientos oncológicos (20 por ciento) y en tercer lugar se ubican los fallecimientos a causa de enfermedades del sistema respiratorio (10 por ciento).
Entre 2005 y 2019 la mortalidad se mantuvo “constante”, con 960 defunciones cada 100 mil habitantes por año.
Durante 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria por la Covid-19, la mortalidad fue de 920 cada 100 mil habitantes, aunque en 2021 y 2022 fue superior respecto a los años prepandemia, dice el estudio.
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