Por Luis Manuel Arce Isaac
Corresponsal jefe en México
El tema fue tratado desde diferentes ópticas en el XXVII Seminario Internacional del Partido del Trabajo de México, titulado Los partidos políticos y la nueva sociedad, efectuado en este octubre, alusivo a los cambios que se están produciendo en el mundo.
Coincidió con la tremenda escalada de la agresión israelí en la Franja de Gaza, una matanza denunciada por las distintas delegaciones palestinas, y la guerra en Ucrania cuyo final parece estar siendo retardado por sus iniciadores, Estados Unidos y la OTAN.
LA TEORÍA DEL ATONTAMIENTO
La debatida teoría del atontamiento social no se trató desde el punto de vista académico acostumbrado, sino de las derivaciones del cambio social, y está muy relacionada con las nuevas tecnologías de la información.
Que la gente está atontada es un cuestionamiento molesto si no mediara la malvada intención de repetir que la violencia criminal en la Franja de Gaza nació por culpa del extremismo de Hamas hace solo unos días, y no tras décadas de una reacción exterminadora de palestinos por parte del sionismo malthusiano, muy parecido al de Adolfo Hitler de limpiar a Europa de judíos.
Es que Tel Aviv tergiversa totalmente los acuerdos de 1948 de dos Estados con Jerusalén, capital histórica de los palestinos, por haberle arrebatado el 77 por ciento de su territorio y negarle el derecho a la vida.
Es lo mismo que empezar a contar la historia de la guerra en Ucrania desde la operación especial ordenada por Vladimir Putin, y no desde su génesis con las discrepancias entre esa nación y Rusia que datan desde antes de la Segunda Guerra Mundial, del desmembramiento de la Unión Soviética, y del exterminio de etnias rusas en Donetsk y Lugansk tras la derrota en 2014 del presidente Víktor Yanukóvich.
No involucrar como detonante de esa guerra la pretensión de Estados Unidos de cercar a Rusia con un avance de la OTAN al este, es también pensar que el mundo perdió su capacidad de razonamiento o está atontado.
CONEXIÓN GEOESTRATÉGICA DE UCRANIA Y GAZA
El profesor mexicano Alfredo Jalife dio por sentado en el seminario la existencia de una conexión geoestratégica entre Gaza y Ucrania, no ajena al desgaste de un modo de producción capitalista en declive, que afecta muy gravemente las relaciones socioeconómicas hasta ahora prevalecientes y cuyos cambios comienzan a sentirse con fuerza.
Jalife trajo esa teoría a los hechos reales actuales y consideró que la destrucción criminal de Gaza y la apetencia israelí de completar la ocupación de los territorios palestinos mediante una masacre exterminadora étnica, responde a que Estados Unidos ya fue derrotado en Ucrania aunque trate de ocultarlo y siga enviado dinero a Kiev, no porque Rusia quiera conquistar y ocupar ese país, sino porque ya no puede revertir los sucesos de Crimea y del Donbás.
BANCARROTA DEL NEOLIBERALISMO Y SUS CONSECUENCIAS
Detrás de todo se esconde la intención de una nueva división territorial del mundo que estará presente, más temprano que tarde, en lo nuevo que surja de un cambio de época al parecer irreversible.
En las diferentes argumentaciones escuchadas en el seminario, quedó claro que el panorama de conflictos militares, políticos y culturales que se dan no solo en Gaza y Ucrania, y el descomunal éxodo de la periferia subdesarrollada hacia los centros de poder, son la culminación de un mismo proceso abarcador para todo el sistema, de bancarrota del neoliberalismo globalizado.
Varios analistas consideraron que esa bancarrota trascendió con rapidez el sueño imperial de pasar de un mundo bipolar a otro unipolar, el cual no cuajó, y la realidad mundial, es decir, el cambio, impone uno multipolar que ya no tiene marcha atrás, ni siquiera con una guerra nuclear.
El destacado periodista y catedrático español Ignacio Ramonet señaló que “estamos en ese cambio”, y no habló de la década de los 90 del siglo pasado con la caída de la URSS, el derrumbe del muro de Berlín, el supuesto ataque a las torres gemelas, la crisis inmobiliaria de 2008, y ni siquiera de las graves revelaciones de la pandemia de Covid-19, sino de este 2023.
No pensemos que este 2023 es igual a 2022 ó 2020 cuando reventó la epidemia del SARS-CoV-2, la cual reveló las enormes desigualdades sociales como ningún otro fenómeno o crisis. Ya estamos en el cambio, aseguró, y hay que entenderlo así para actuar en consecuencia.
Entender que el cambio se caracteriza por una multicrisis articulada en la sanitaria, la ambiental y la geopolítica.
La sanitaria es consecuencia del daño irreversible del neoliberalismo al conocimiento humano que con el cierre de carreras sociales en las universidades quedó al desnudo, como expresaron Ramonet y otros ponentes.
Ni Europa tenía especialistas para atender la pandemia porque no los formó bajo el criterio de que era un gasto innecesario y no una inversión crucial para garantizar la salud de quien produce y crea riquezas.
Los desastres de la crisis ambiental se conocen, y los de índole geopolítica tienen hoy sus grandes expresiones en Gaza y Ucrania, señaló.
De manera semejante, pero con otras palabras, su colega mexicano-argentino Fernando Buen Abad lo analizó como un proceso que se inicia con una época de cambios en la que todavía estamos y sin la cual, por supuesto, jamás podría llegarse a un cambio de época. Como un proceso de transición.
LOS CAMBIOS SE GENERAN DESDE LAS ENTRAÑAS DE LO VIEJO
Marx decía que los cambios se generan desde las entrañas de lo viejo y producen conflictos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refiriéndose a la experiencia nacional y de su propio gobierno, considera que la oposición del conservadurismo a la Cuarta Transformación es resultado de que lo viejo no acaba de morir ni lo nuevo de nacer. Hay que usar fórceps, pero queda claro para él, que echar vino nuevo en botella vieja es un fracaso.
Otros teóricos coincidieron que, efectivamente, el mundo cambia, con lo cual el título del seminario, Los partidos y la nueva sociedad, era correcto, al igual era importante la sede del encuentro en un México que está viviendo ese proceso de una manera más visible.
Algunos oradores acotaron que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, califica el cambio de nuevo orden mundial que se forja ante nuestros ojos y refleja la diversidad cultural y civilizatoria del mundo.
Y otros plantearon que China lo ve con un sentido muy práctico y protagónico con su amplio programa La Franja y la Ruta, el cual para algunos explora el camino de un nuevo sistema de producción dirigido también a transformar las actuales y vigentes relaciones sociales.
Es decir, se perfila un cambio de estructura social porque busca una integración fuera de los patrones capitalistas establecidos, y no solamente en la superestructura como podría interpretarse la Cuarta Transformación.
Ramonet hizo una alerta importante al considerar que el cambio es de época porque resulta estructural y afecta a la composición social. La clase media, dijo, está desapareciendo, casi no existe, la liquidaron mediante la concentración de capitales.
Y como está desorganizada, sus individuos actúan como radicales libres; esa es una de las explicaciones de por qué en Brasil hubo un Jair Bolsonaro y en Estados Unidos un Donald Trump amenazando con volver a la Casa Blanca.
También consideró muy necesario analizar ese fenómeno porque si bien la derecha no le dio una oportunidad a esa clase para su sobrevivencia, la izquierda tampoco lo hizo, y eso permitió una espontánea reacción favorable al conservadurismo que dio el golpe en Bolivia a Evo Morales, y quiera dárselo en Guatemala a Bernardo Arévalo.
IMPORTANTE QUE LA IZQUIERDA ELABORE NUEVAS TEORÍAS
Hay, entonces, que elaborar nuevas teorías de izquierda, y tener en cuenta ese horizonte, sobre todo en países que como el México de López Obrador y la Bolivia de Luis Arce, o la Argentina de Fernández con gobiernos progresistas que enfrentan elecciones y los Milei puedan reproducirse, como sucede en países de Europa, opinó Ramonet.
Todas esas reflexiones derivan hacia el cambio de época en curso, en el cual la era digital que se desarrolla tan vertiginosamente ocupa un lugar central y predomina en los enfoques de los hechos, los cuales la nueva tecnología mueve a su antojo, forma, deforma y transforma creando así un nuevo imperio de dominación, no por las armas y el comercio, sino por la mente y la forma de pensar.
Ramonet recordó al filósofo griego Heráclito de Efeso, quien planteó que el mundo está formado por cuatro elementos básicos: el fuego, el agua, la tierra, el aire, pero hoy existe un quinto, el ciberespacio donde circula toda la información; lo que caracteriza a este tipo de comunicación es que no es fiable y revela una crisis de la verdad, de los hechos.
SIGNIFICACIÓN DE ENTENDER EN QUÉ MUNDO VIVIMOS
El catedrático mexicano Ángel Pérez Gómez se preguntó: ¿En qué mundo vivimos? ¿Qué sentido tiene la escuela que conocemos en dicho escenario? «Vivimos en la aldea global y en la era de la información, de cambio vertiginoso, incremento de la interdependencia y de la complejidad sin precedentes, que está provocando una alteración radical en nuestra forma de comunicarnos, de actuar, de pensar y de expresar».
Los seminaristas sobre La nueva sociedad, invitados por el Partido del Trabajo de México a reflexionar sobre todo lo anterior, alertaron acerca de tres retos o cuestiones principales:
1) El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, sobre todo las redes sociales y la inteligencia artificial, en la técnica del atontamiento social con el claro objetivo de que la forma supere de tal manera al contenido que ya este casi ni sea tomado en cuenta.
2) Como resultado de esa política desvirtualizante, inciden mucho secciones ciento por ciento de adormecimiento como Tick Tock e historias sin sostenimiento intelectual o racional de algún tipo aparecidas en FacebookÑ una gran parte de la gente, en particular jóvenes, las siguen y pasan horas realmente más interesados en mirar que en informarse.
3) Que la facilidad para crear desinformación mediante las redes sociales ayude en forma superlativa a tergiversar en tal medida los hechos que se llegue a dudar de su realidad o transformar la mentira en verdad siguiendo la filosofía de Joseph Goebbels, de que una mentira mil veces repetida se convierte en verdad, como tratan de que suceda con Israel y Ucrania, por citar solo esos dos casos.
Decía W. R. Daros, de la Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos, Argentina, que cuando las palabras se separan de las cosas que las fundamentan, el pensar cae en la frivolidad.
Las cosas y asuntos más insustanciales pasan a cobrar importancia y en lugar de la búsqueda de la verdad aparece la posverdad, esto es, las afirmaciones meramente emotivas e impactantes para las personas no pensantes, o la deformación de la verdad para crear una mentira conveniente.
Ramonet concluyó su alerta al mundo en el seminario del PT con otras preguntas: ¿nosotros sabemos informar, transmitir algo, socializar con las generaciones de 25 años formadas en ese contexto, en ese ecosistema del quinto elemento? ¿Cómo transmitimos esas visiones del mundo en la era del conspiracionismo, cuando la gente prefiere creer más en historias fantasiosas y no en un proyecto creíble?
Es urgente responderlas y actuar en consecuencia para no permitir más las guerras, ni que miles de millones de dólares de contribuyentes de las naciones centrales se destinen a matar personas y no a matar el hambre.
arb/lma