Mediante un llamamiento, el grupo señaló el impacto negativo de estas medidas en la población, que por más de 20 años se ha visto perjudicada y le impiden desarrollar plenamente su potencial en diversos sectores.
El comunicado precisa que esta realidad no es nueva para la comunidad internacional, daña la imagen de Zimbabwe y limita su acceso potencial a los mercados financieros y de capitales.
“El alcance de este bloqueo al crecimiento socioeconómico de esa nación y en lo que respecta a los medios de subsistencia de su población representa una atrocidad moderna que nosotros, como familia de la SADC, consideramos un impedimento que deja atrás a uno de nuestros miembros en la búsqueda común de la integración, el crecimiento y la prosperidad regionales”, refirió el texto.
Llamaron a tomar en cuenta el Informe de la Relatora Especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales sobre los derechos humanos, Alena Douhan, que igualmente propone la eliminación de las sanciones en el marco de los principios del derecho internacional.
Los miembros de SADC ratificaron que el fin incondicional de dichas restricciones creará las condiciones para que el país y la región consoliden sus esfuerzos colectivos para impulsar el crecimiento y desarrollarse sustancialmente en los ámbitos de la buena gobernanza, los derechos humanos y la cohesión social.
“En un momento en que las inseguridades mundiales plantean problemas de seguridad alimentaria y otros retos pertinentes al continente africano y a la región de la SADC, las sanciones impuestas a la República de Zimbabwe crean una doble amenaza alarmante para los medios de subsistencia y la supervivencia de su población”, afirmaron.
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