Los agentes, además, reprimieron con gases lacrimógenos a los manifestantes, en protesta desde el 16 de octubre contra su desvinculación del lado nacional de la planta, pese a ganar antes un concurso de oposición, y en demanda de una respuesta del presidente del país, Santiago Peña.
La reacción castrense contra los movilizados, que comenzaron sus movilizaciones en Hernandarias, departamento suroriental de Alto Paraná, tenía el propósito de desalojarlos de la avenida Mariscal López, a unas cuadras de la casa presidencial Mburuvicha Róga.
Los uniformados emplearon también cachiporras contra los descontratados de la también llamada Itaipú Binacional (con cooperación brasileña), que exigen del presidente Peña la revisión de sus despidos, caso por caso, denunció el vocero de los exempleados Luis Riveros.
“Les pegaron a los manifestantes, incluidas mujeres, y tiraron gases lacrimógenos. La chica que fue insignia de esta lucha, Mariela Balbuena, fue golpeada y trasladada de urgencia a un centro asistencial”, relató el testigo de la represión.
Riveros aseguró que desconoce el motivo específico de la agresión castrense.
“Estábamos expectantes –declaró- en espera de una rueda de prensa del presidente Peña y empezó la represión. Si acá pasa algo, responsabilizo directamente al mandatario y a la secretaria de la Presidencia, Lea Giménez”.
“Se caldearon los ánimos y la Policía empezó a reprimir”, explicó el vocero y negó que los manifestantes avanzaran en la calle hacia los agentes antimotines “ni un solo centímetro”.
El vocero y testigo de la represión policial aseguró que los tres heridos fueron trasladados a centros asistenciales, “aunque hasta ahora se desconoce dónde están”.
“Queremos hablar con el presidente Peña. Creemos que él es quien tiene la llave para hacer justicia en este caso. Somos carnes de cañón en una pelea entre dos bandos que no entendemos de dónde vino”, expresó uno de los afectados.
La agrupación de 187 demandantes insistieron en una concentración el lunes en la Basílica de Caacupé, al este de esta capital, en la disconformidad por su situación de desempleo.
Los movilizados, despedidos por el director de la parte nacional de Itaipú, Justo Zacarías, pidieron en la catedral la bendición de la Virgen para solucionar la situación que afecta a sus familias, comentó Luis Riveros, uno de los empleados despedidos.
“Hasta hoy –recordó el vocero- no recibimos ninguna comunicación, ni intención de diálogo. Ni siquiera explican cuáles son las irregularidades».
Los demandantes denunciaron ingresos a plazas de la hidroeléctrica por familiares de políticos sin el método de concurso habilitado para su admisión, en contra de afirmaciones de sus directivos sobre “el uso de procesos transparentes para contratar personas competentes”.
La central hidroeléctrica de Itaipú (del guaraní “piedra que suena”) está situada sobre el limítrofe río Paraná entre las ciudades de Hernandarias, (Paraguay) y Foz do Iguaçu (Brasil).
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