En el departamento Grand Anse fueron diagnosticados una decena de nuevos casos en la comuna de Les Irois, de acuerdo con un reporte del Ministerio de Salud y Población.
En esa zona los habitantes atribuyeron las muertes a fenómenos paranormales, e incluso asesinaron a Milien Louis por considerarlo responsable del aumento de las muertes, a pesar de que los activistas de salud del área advirtieron que el virus se estaba propagando.
También se registraron cinco muertes en Petite-Goâve, situada en el departamento Oeste, mientras que decenas de ciudadanos se encuentran hospitalizados en el centro de salud Saint-Thérèse de Miragoâne, al suroeste de esta capital.
Desde el comienzo de la enfermedad hace dos años, las autoridades sanitarias reportaron 60 mil 746 casos sospechosos, tres mil 841 confirmados, 56 mil 424 personas que necesitaron atención hospitalaria y 860 muertes comunitarias e institucionales en los 10 departamentos geográficos del país.
En junio pasado la Organización Mundial de la Salud advirtió que el cólera se propaga a un ritmo preocupante en el país caribeño.
El director general de esa entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó que se corre el riesgo de brotes de otras enfermedades como la tuberculosis, el sarampión o la poliomielitis, mientras que sus servicios de salud sufren graves carencias.
El cólera reapareció en Haití tres años después del último caso registrado y ocurre en medio de una grave crisis social, política, económica y de seguridad que limitó el acceso de miles de ciudadanos a la asistencia médica.
Además, la mayor cifra de casos se reporta en la capital y ciudades aledañas, que se encuentran bajo la influencia de bandas armadas, responsables de miles de muertes y secuestros.
En 2010, tras un terremoto que sufrió la nación caribeña, una epidemia de cólera cobró más de 10 mil vidas y enfermó a unas 820 mil personas, de acuerdo con datos oficiales, aunque organizaciones sociales y políticas estiman que las cifras son aún mayores.
mgt/ane