Entre estas, la abogada y notaria precisó la ampliación del proceso comicial, el cual –según analistas- preservaría la defensa de la democracia que desde hace 25 jornadas libran en las calles pueblos indígenas y organizaciones sociales.
Las elecciones llegarán a su fin el cercano 31 de octubre, pero con una prórroga hasta el 16 de enero de 2024 (algo excepcional nunca antes aplicado) asegurarían que las autoridades electas asuman dentro de un marco tranquilidad.
La cuarta jefa de la actual magistratura comentó que su plan de trabajo para la presidencia del TSE se enmarca en la austeridad del gasto, en vista de que el presupuesto asignado no supera los 215 millones de quetzales, subrayó.
Alfaro dirigió en la mañana en la sede central de la institución una reunión privada para tratar temas relacionados con el cambio de mando, mientras en la tarde presidió una semanal con los fiscales nacionales de los partidos políticos.
Analistas coinciden en que uno de sus desafíos es la realización de las valoraciones necesarias para promover una reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, dada la experiencia desde que fueran electos por el Congreso el 17 de marzo de 2020.
El MP, considerado un instrumento del pacto de corruptos, ordenó allanar el Centro de Operaciones y la sede del TSE por presuntas irregularidades en las votaciones, con el secuestro de actas, lo cual provocó esta situación inédita en la nación.
Además, algo que deberá enfrentar Alfaro, la Fiscalía mantiene abiertas distintas investigaciones que vinculan al ente encargado de los comicios, como una por presuntos delitos en la contratación del sistema informático utilizado el 25 de junio y 20 de agosto último.
La nueva presidenta reemplazó a Irma Palencia, quien asumió el 14 de agosto de 2022 y cumplió el año, dos meses y 14 días fijado en la normativa.
Tras Alfaro, ocuparía el asiento de presidente Gabriel Vladimir Aguilera hasta 2026, cuando concluiría la actual magistratura del TSE.
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