De acuerdo con un comunicado divulgado este viernes por la Oficina de Prensa del Vaticano, en el telegrama enviado al arzobispo acapulqueño, Leopoldo González, el Sumo Pontífice manifestó estar “profundamente apenado al tener noticia del desastre natural”.
El Papa ofrece sus “fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”, a la vez que pide consuelo “para quienes sufren los devastadores efectos del huracán” que asoló esas costas del Estado de Guerrero, donde ocasionó la muerte de al menos 27 personas, cuatro desaparecidos, decenas de heridos y unas 200 mil personas afectadas.
Fueron declarados zonas de desastre natural seis los municipios de Guerrero, debido a los daños como consecuencia de los fuertes vientos de 270 kilómetros por hora y rachas de hasta 300, e intensas lluvias causados por Otis, que en unas 12 horas, pasó de tormenta tropical a huracán categoría cinco.
“El Santo Padre, además, desea hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos, así como su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados del querido pueblo de Acapulco, a los que imparte de corazón la confortadora bendición apostólica”, agrega el documento.
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