El Instituto de Turismo (Inguat), que impulsa la iniciativa, decidió sumar esa zona en las orillas del lago Atitlán a la Isla de Flores, del Petén; Estanzuela, Zacapa; y San Juan del Obispo, Sacatepéquez.
Este programa busca promover la conservación del patrimonio cultural y natural de los pueblos, así como mejorar la imagen urbana e impulsar el desarrollo local, subrayó la titular de esa entidad en el país, Anayansy Rodríguez.
Santa Catarina Palopó, con casi tres mil habitantes, elaboró murales y pinturas que representan su identidad, mientras dio mantenimiento a importantes lugares turísticos, que exhiben ahora más animados, sobretodo en redes sociales.
Su gente, mayormente indígena maya que habla el español y el k’akchiquel, se dedica en esencia a la industria sin chimeneas, aparte de producir para el autoconsumo maíz, frijol, café y criar ganado.
El Atitlán, el lago más profundo de Centroamérica y el tercero más grande de esta nación, proporciona diferentes ambientes tanto a propios como extraños.
Más allá de Santa Catarina Palopó, destacan la paz característica de Santa Cruz la Laguna y San Pedro, lugares sumamente visitados, hasta la atmósfera de fiesta y parranda de Panajachel, el punto más popular de Sololá.
El Inguat adelantó que llegará este año con Pueblos Pintorescos a una quinta zona, de nueve: Quetzaltenango (Xela), también como una solución al grado de deterioro en la imagen urbana a causa de la sobrecarga turística.
La primera distinción de este tipo recayó el 18 de noviembre del pasado año en Estanzuela, por su limpieza, reordenamiento de circulación vial, áreas verdes, rótulos y la implementación de un programa de seguridad para visitantes.
Otras bellezas de la tierra del quetzal con posibilidades de figurar como Pueblos Pintorescos son San Juan del Obispo en Antigua Guatemala, Sacatepéquez; Livingston, Izabal; y San Cristóbal Totonicapán, Totonicapán.
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