Al intervenir ante el parlamento, el titular de la ONU recordó los desafíos de los países menos adelantados en un mundo que calificó de turbulento.
Décadas de progreso en materia de pobreza y hambre se están revirtiendo en grandes partes del mundo, la inflación está socavando los presupuestos domésticos y nacionales y tanto las familias como los países se enfrentan a crisis financieras mientras abundan la violencia y conflictos, alertó.
En ese sentido, recordó también los desafíos del planeta para la igualdad de género y reconoció los esfuerzos de Nepal en ese camino.
Esta nación es un promotor de la paz, un defensor del multilateralismo y un firme partidario del desarrollo sostenible y la acción climática, enfatizó el máximo responsable de ONU, de visita en esa nación desde el fin de semana.
Su graduación de la categoría de país menos desarrollado es inminente y las Naciones Unidas están comprometidas a apoyar una transición sin problemas, agregó.
Guterres saludó la etapa final del proceso de paz en el territorio que busca «curar las heridas de la guerra a través de la justicia transicional», dijo.
Un proceso para llevar la paz a las víctimas, las familias y las comunidades atormentadas por interrogantes y marcadas por la injusticia; y ayudar a dejar atrás el pasado, insistió.
En ese sentido, el alto representante manifestó la disposición de la ONU de apoyar en esa ruta, centrada en las víctimas y su implementación de conformidad con las normas internacionales y los fallos de su propia Corte Suprema.
Los efectos persistentes de la pandemia de la Covid-19, la inflación y, sobre todo, la crisis climática, están amenazando los logros en materia de desarrollo logrados con tanto esfuerzo y exprimiendo los fondos disponibles para la inversión, advirtió.
A pesar del bajo porcentaje de emisiones de la nación, es afectada por monzones, tormentas y deslizamientos de tierra que arrasan con cultivos, ganado y pueblos enteros, diezmando economías y arruinando vidas.
Nepal ha perdido cerca de un tercio de su hielo en poco más de treinta años con un efecto es devastador, agregó.
Este y otros países en desarrollo necesitan un apoyo internacional mucho mayor para ayudar al desarrollo, acelerar la acción climática y capear las actuales tormentas globales, enfatizó.
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