Según fuentes oficiales, no hubo vetos al proyecto aprobado por el Congreso Nacional y existe en la lista la reanudación de cinco mil 662 obras en el campo de la educación y cinco mil 489 en la salud, sumando más de 11,1 mil en todo el país.
La aprobación fue hecha a puertas cerradas en el Palacio del Planalto, sede administrativa del gobierno en Brasilia, y participaron, además de Lula, los ministros Camilo Santana (Educación), Paulo Pimenta (Secretaria de Comunicación Social), Márcio Macêdo (Secretaria General de la Presidencia) y Margareth Menezes (Cultura).
También estuvieron presentes el líder del gobierno en el Congreso, senador Randolfe Rodrigues, y el secretario ejecutivo del Ministerio de Salud, Swedenberger do Nascimento Barbosa.
La nueva ley crea un marco normativo para la reanudación de obras y servicios que estaban paralizados o inacabados.
Entre los criterios del programa, están el porcentaje de ejecución, año de contratación, si la institución atiende a comunidades rurales, indígenas o quilombolas (afrobrasileños) y si el municipio sufrió desastres naturales en los últimos 10 años, entre otros.
Las obras deben completarse en 24 meses, con posibilidad de prórroga por el mismo plazo.
Se permite la transferencia de nuevos recursos para la finalización de las obras, incluso si el valor original ha sido transferido previamente. Los recursos pueden ser aportados por la Unión, por el ente responsable de la obra y, en los casos de construcciones municipales, también por el estado.
De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Educación, serán necesarios 6,2 mil millones de reales (unos 1,3 mil millones de dólares) en inversión para concluir todas las obras susceptibles de retomada, volcadas para enseñanza infantil, fundamental y profesional.
Además de nuevas canchas de deporte, la cobertura de las pistas existentes y las reformas y ampliaciones de la estructura.
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