La bancada mayoritaria en la Cámara Baja solo contempló los fondos para la guerra que libra Israel contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) palestino, y deja fuera el financiamiento para Ucrania, así como los recortes al Servicio Interno de Impuestos.
En el Senado el líder de la mayoría, Chuck Schumer (Nueva York), anunció que no aceptarán la “propuesta profundamente defectuosa”, aunque prometió trabajar con legisladores de ambos partidos en un paquete que incluya Israel, Ucrania, competencia con China y ayuda humanitaria para Gaza.
La administración de Joe Biden amenazó con vetar la legislación de la Cámara de Representantes bajo el pretexto de que es “mala para Israel, para la región de Medio Oriente y para nuestra propia seguridad nacional”.
Sin dudas esta votación es una victoria temprana para el recién instalado presidente Mike Johnson.
El congresista de Luisiana pretende cohesionar las filas de su partido luego del caos vivido desde el 3 de octubre después del derrocamiento de Kevin McCarthy y la batalla de tres semanas para reemplazarlo.
Entretanto, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajó de nuevo a Israel en menos de un mes (la anterior fue el 11 de octubre) y antes de partir reiteró que ese país “no solo tiene el derecho, sino también la obligación de defenderse”.
La gira del jefe de la diplomacia estadounidense se prolongará hasta el 10 de noviembre con escalas además de Tel Aviv, Amán (Jordania), Tokio (Japón), Seúl (Corea del Sur) y Nueva Delhi (India).
Estados Unidos mantiene una férreo respaldo a su fiel aliado en guerra con Hamás desde que la resistencia palestina sorprendió a las fuerzas israelíes y lograron realizar un ataque, el más grande contra los ocupantes en los últimos 50 años.
El régimen sionista desató una campaña de bombardeos contra la Franja de Gaza que dejaron más de ocho mil 900 palestinos muertos.
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