La República Bolivariana “está siendo atacada vilmente desde el exterior”, denunció el mandatario en un contacto telefónico con la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, quien supervisaba en la televisión la labor de las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud en un centro escolar.
Maduro manifestó que Almagro es un “ser despreciable”, al decir que Venezuela es un país guerrerista, que no tiene derecho histórico sobre el Esequibo, y meterse con lo más sagrado de los venezolanos que “es su dignidad, su decencia y honestidad”.
“Verdaderamente es despreciable ese ser”, recalcó, y remarcó que “la Guayana Esequiba es Venezuela, Luis Almagro”, así tú estés a sueldo de la Exxon Mobil, tú y tus amigotes y amigotas de la ultraderecha acá en Venezuela.
Expresó que ese grupo lo avalan como el padrino político de “ese sector vende patria”.
El jefe de Estado felicitó al ministro venezolano para la Defensa, general Vladimir Padrino, y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que salieron rápido a denunciar y a rechazar este intento de desconocer los derechos históricos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba.
“No sorprende la actitud de este sicario, enemigo declarado de Venezuela”, escribió en su cuenta X, antes Twitter, el alto mando militar
Padrino tildó de “triste personaje” a Almagro, quien siguiendo el guion del Comando Sur de Estados Unidos, dispara desde la OEA sin tener la más mínima idea de las razones jurídicas e históricas que nos asisten como pueblo entorno al Esequibo. “¡Es realmente vomitivo!”, acotó.
Este jueves el Gobierno venezolano repudió en un comunicado las declaraciones de Almagro, durante una sesión extraordinaria de su Consejo Permanente.
Las expresiones de ayer de “este nefasto personaje”, desgracia para la historia latinoamericana y caribeña, se corresponden con la línea vergonzosa de provocación que intenta desestabilizar la región, dictada desde la Exxon Mobil, y acompañada por el Comando Sur de Estados Unidos, indicó la Cancillería.
Declaró que estos parecen haber confabulado “el odio y la maldad” de Almagro, con los intereses de las élites gobernantes de Guyana, asalariadas de la transnacional energética.
El texto subrayó que Venezuela es un país soberano que “no acepta tutela de ningún tipo”, y afirmó que la Asamblea Nacional, en ejercicio de sus competencias, convocó al sagrado Poder Popular a efectos de diseñar el camino a seguir para la defensa de los legítimos derechos históricos sobre la Guayana Esequiba.
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