En una entrevista concedida a la emisora Radio Capital, Schlein criticó el memorando de entendimiento, suscrito el lunes último en Roma por la primera ministra, Giorgia Meloni y su homólogo albanés, Edi Rama, para la construcción por Italia, en el vecino país, de centros para migrantes irregulares bajo su jurisdicción.
“Parece una violación abierta de las normas del derecho internacional y del derecho europeo” afirmó Schlein en relación con ese pacto, y apuntó la necesidad de “examinar atentamente el protocolo” del mismo.
El ex europarlamentario Pierfrancesco Majorino, actual jefe de Políticas de Migración en la secretaría nacional del PD, señaló que esos centros de reclusión guardan paralelo con los establecidos por Estados Unidos desde 2002 en su base naval ubicada en el territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo, en Cuba.
Se trata de “una especie de Guantánamo italiano, fuera de cualquier estándar internacional, fuera de la Unión Europea (UE)”, expresó Majorino en declaraciones a medios informativos, y añadió que esas instalaciones podrían operar “sin que exista la posibilidad de comprobar el estado de detención de las personas recluidas” en ellas.
En conferencia de prensa tras la rúbrica de ese memorando de entendimiento, Meloni precisó que, sobre la base de ese compromiso, Albania posibilitará a Italia utilizar algunas zonas de su territorio para construir estructuras que “podrán acoger inicialmente hasta tres mil personas.
Las mismas “permanecerán en estos centros durante el tiempo necesario para completar rápidamente los procedimientos de tramitación de solicitudes de asilo y, posiblemente, con fines de repatriación”, precisó la mandataria.
En el puerto albanés de Shengjin, las autoridades italianas se ocuparán de los trámites de desembarco e identificación, y se creará un primer centro de acogida, mientras en otra zona más interna se habilitará una segunda estructura para procedimientos posteriores, mientras Albania colaborará en la seguridad y vigilancia exterior.
La jefa de Gobierno anticipó que el flujo anual total en esos centros, que se crearán en un país que no integra la UE, “puede alcanzar hasta treinta y seis mil personas alternadas”, y aclaró que “este acuerdo y esta posibilidad no concierne a menores, no concierne a mujeres embarazadas, no concierne a otros sujetos vulnerables”.
La líder italiana justificó la creación de esas estructuras fuera de su territorio pues, según dijo, con las mismas “se fortalece la cooperación en esta esfera, de gran importancia debido a que “la inmigración irregular masiva es un fenómeno que “los Estados miembros de la UE no pueden afrontar solos”.
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