Gracias a la radiología se pueden curar fracturas, poner prótesis adecuadas a cada situación, observar la evolución y desarrollo de los fetos y conocer la condición real de un cerebro, sin tener que someter a una persona a cirugía u otro tipo de intervenciones dolorosas.
La fecha coincide con el descubrimiento de los rayos x por Wilhelm Conrad Roentgen, quién en 1895, realizando un experimento con rayos catódicos y ampollas de vidrio al vacío, notó que cuando la corriente atravesaba la ampolla se producía un efecto fluorescente, algo que también ocurría sobre las placas fotográficas.
Tiempo después, Roentgen informó al gremio científico y médico, que con estos rayos podía ver el interior del cuerpo de una persona y a los tres meses de su descubrimiento se estaban reproduciendo radiografías en los hospitales de las grandes ciudades.
Este día mundial también busca dar a conocer los riesgos laborales de ser radiólogo, así como incentivar la búsqueda de nuevas tecnologías y nuevos métodos para obtener placas.
Forman parte de los principales riesgos de esta profesión el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, mutaciones genéticas, infertilidad, ceguera, destrucción del sistema inmune, enfermedades cardiovasculares, pérdida del cabello y problemas en los riñones.
Para evitar estos problemas un radiólogo debe utilizar un traje especial o trabajar en una cabina blindada, y además debe tener largos periodos de descanso en su profesión y saber cuál es el nivel mínimo indicado de radiación para cada tipo de placa.
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