En un comunicado a la opinión pública, la representación gubernamental afirmó que esa exigencia la hará también en la próxima reunión con la Delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«Registramos con alegría la liberación de don Luis Manuel Díaz. También, que haya podido regresar sano y salvo al seno de su familia y de su comunidad. Esperamos que recobre pronto su tranquilidad, alterada por un hecho que nunca debió ocurrir», manifestó.
Subrayó que la delegación del gobierno estará atenta a cualquier requerimiento que haga la familia Díaz.
«Igualmente, registramos con satisfacción que esta liberación, coordinada por integrantes de la Mesa de Diálogos, se haya producido con total respeto por la dignidad de don Luis Manuel Díaz, la de su familia y la de la gente que lo rodea», enfatizó.
Asimismo, expresó su agradecimiento a las autoridades militares y de policía, a la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y a la Conferencia Episcopal por haber facilitado y apoyado el proceso de liberación.
«El secuestro es un crimen que ultraja cruelmente la dignidad humana, provoca inmenso sufrimiento a las familias y comunidades, vulnera la humanidad del secuestrado en su más profunda intimidad», manifestó en el texto.
Recalcó que este tipo de crimen ocasiona un grave daño a la confianza de la sociedad colombiana sobre la posibilidad de alcanzar la paz y se convierte en un gran obstáculo para llegar a los acuerdos y a las transformaciones que se puedan pactar a través de un diálogo responsable y libre.
«La práctica sistemática del secuestro es enemiga de la paz, genera odios difícilmente superables contra sus perpetradores, es un delito continuo -ya que se prolonga más allá del acto mismo de la retención-, genera una angustia permanente para el secuestrado y sus seres queridos y un rechazo total por parte de la comunidad nacional e internacional», advirtió el gobierno.
Destacó que el proceso actual del ELN ha avanzado como ningún otro hasta hoy, no obstante, la delegación del gobienro considera que el secuestro de Luis Manuel Díaz ha sumido el diálogo en una situación crítica.
Por ello, agregó, «ha llegado el momento de tomar decisiones que eliminen el secuestro, como lo hemos solicitado desde el comienzo de los diálogos».
Dijo que el ELN ha justificado este método argumentando que es parte de su financiación, algo que es «insostenible argumentar, desde un punto de vista ético, que comerciar con seres humanos es lícito, aún bajo las condiciones de un conflicto armado».
En tal sentido considera que cualquier discusión sobre mecanismos de financiación a esta organización armada solo podrá hacerse una vez que se aclaren los términos de su proceso de incorporación política en el escenario del fin del conflicto, tema que también debe ser abordado en la próxima reunión.
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