El reporte, publicado por el Servicio de Análisis de la Dirección Central de la Policía Criminal, mostró que del 2010 al 2013 se apreció una relativa estabilidad en el número de casos, pero entre ese último año y en 2015 se evidenció un incremento del 7,7 por ciento.
Posteriormente, hasta 2019, las denuncias y detenciones de menores de edad volvieron a decrecer, pero durante el período de la pandemia de la Covid-19, iniciado en este país el 30 de enero de 2020, los reportes comenzaron a crecer nuevamente y ascendieron 3,2 puntos porcentuales en el siguiente año.
El mayor incremento, sin embargo, se experimentó en 2022 respecto al año precedente, con 12,5 por ciento, y resultó significativo el hecho de que el 52,37 por ciento de los menores denunciados en ese último período fueron extranjeros, con un total de 17 mil 32, para un ascenso del 27,1 por ciento respecto a 2021.
En cuanto a los grupos de edad, las denuncias de jóvenes de 16 y 17 años representan 66,7 por ciento del total; con un máximo de 69 puntos porcentuales en 2011 y un pico mínimo del 63,6 por ciento en 2022, cifras que representan más del doble de los informes contra jóvenes de 14 y 15 años, precisa el documento.
Entre los delitos principales cometidos por los menores de edad italianos, en el período de 2010 a 2022, se encuentran aquellos contra la propiedad, como hurto, robo y extorsión, con su incidencia más baja en 2021, del 54 por ciento, mientras la mayor, de 63 puntos porcentuales, se alcanzó en 2016.
El número de ingresos de menores en 17 centros penitenciarios para ellos repartidos por todo el territorio nacional disminuyó un 10,3 por ciento entre 2010 y 2022, al pasar de mil 172 a mil 51.
En 2022 volvió a subir 25,8 puntos porcentuales respecto al año precedente, y del total de encarcelados más del 80 por ciento son varones, agregó la fuente.
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