Desde el norte de esa región continúan los reportes de intensos combates que ahora se han extendido al noroeste de la nación, confirmó este viernes el portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujarric.
Las rutas esenciales dentro del norte de Shan están obstruidas por puestos de control operados por ambas partes mientras que los servicios de teléfono e internet permanecen limitados fuera del municipio de Lashio, y el aeropuerto principal continúa cerrado desde que se intensificaron los combates, agregó.
Naciones Unidas continúa proporcionando asistencia vital a los civiles afectados, incluidos dinero en efectivo, alimentos y artículos de socorro esenciales, siempre que es posible.
No obstante, este respaldo apenas llega a un tercio de las personas que lo demandan, remarcó el vocero.
La ayuda con un millón de dólares a la crisis de las últimas dos semanas es insuficiente para satisfacer el aumento de las necesidades cuando el Plan de Respuesta Humanitaria para Myanmar sólo cuenta con una financiación del 28 por ciento.
Más de dos millones de personas se encuentran ahora desplazadas internamente en el país y siguen necesitando urgentemente alojamiento adecuado, alimentos y servicios básicos para su supervivencia y protección.
La comunidad humanitaria en Myanmar, aseguró Dujarric, insta a todas las partes en el conflicto a respetar el derecho internacional humanitario, salvaguardando las vidas y el bienestar de los civiles y, por supuesto, de los trabajadores humanitarios que intentan ayudar a los civiles.
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