De acuerdo con la revista Journal of the American Medical Association, los participantes en el estudio redujeron su consumo de sal en aproximadamente una cucharadita al día en comparación con su dieta habitual.
“El resultado fue un descenso de la presión arterial sistólica de unos seis milímetros de mercurio, comparable al efecto producido por un medicamento de primera línea comúnmente utilizado para la hipertensión”, resalta la fuente.
Puntualizan los expertos que el efecto de la reducción de este producto en la dieta sobre la disminución de la presión arterial fue consistente en casi todos los individuos con categoría normal, alta, tratada y no tratada.
Los científicos ponderaron este actuar por encima de cualquier actividad física recomendada para combatir esta dolencia.
De acuerdo con la literatura médica, la hipertensión es la principal causa de morbilidad y mortalidad en el mundo.
La misma puede provocar insuficiencia cardíaca, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, ya que ejerce una presión adicional sobre las arterias afectando la capacidad del corazón para funcionar eficazmente y bombear sangre.
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