Una delegación de técnicos de la nación guaraní acompañará a otra del vecino país en ese proceso de chequeo sobre dichas instalaciones en esa corriente fluvial internacional, publicó el diario Última Hora.
El objetivo es navegar por el tramo de la Hidrovia formada por los ríos Paraguay, Paraná y sus afluentes, para verificar obras de navegabilidad que Buenos Aires afirma construyó y cuya inversión justifica, presuntamente, con las tarifas cobradas a embarcaciones paraguayas y de otras naciones.
Dichas instalaciones integran el principal argumento argentino para cobrar una tasa de 1,47 dólares por tonelada de registro neto a naves con bandera extranjera, y otra en moneda bonaerense a los de su misma nacionalidad, explicó Julio César Vera, director de la Administración Nacional de Navegación y Puertos.
El recorrido este martes será de unas dos o tres horas, y partirá desde del argentino Puerto de Corrientes en una embarcación de la Prefectura Naval de Buenos Aires, con la presencia de tres paraguayos, entre ellos un representante de la Cancillería.
La navegación del miércoles cubrirá el mismo recorrido y comprenderá a representantes de otros países miembros del Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía, que incluye a Brasil, Uruguay y Bolivia, quienes revisarán las señalizaciones y constarán eventuales dificultades de convoyes que navegan por ella.
Asunción aseguró durante los últimos meses en insistentes declaraciones que acudirá al arbitraje de organismos internacionales para dirimir sobre el diferendo generado entre ambos Gobiernos por la persistencia de Buenos Aires de cobrar el peaje y la negativa de Paraguay de pagarlo.
El último cónclave del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná fue en Buenos Aires el 31 de octubre, donde el Gobierno argentino se comprometió a suspender la retención de barcazas paraguayas y a seguir con las conversaciones sobre el monto cobrado.
La Hidrovía Paraguay-Paraná, uno de los mayores sistemas navegables del mundo, recorre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, con una extensión de tres mil 442 kilómetros, desde Puerto Cáceres en Mato Grosso do Sul, Brasil, hasta el puerto de Nueva Palmira, en Uruguay.
El Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía, suscrito en 1992 por los cinco mencionados Países de la Cuenca del Plata, impone entre sus principales preceptos la igualdad de derechos entre todos sus miembros y prohíbe expresamente el cobro de tarifas por el uso de sus barcos a través del canal hidrológico.
Paraguay transporta por ese cauce fluvial el 80 por ciento de las mercancías que sustentan su economía.
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