“Tenemos la posibilidad de elegir entre volver a empezar de cero o consolidar los logros de este impulso gradual, avanzando de la mano de una visión clara”, subrayó el mandatario en el cierre de una alocución de casi tres horas, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos y gritos de sus partidarios.
Tshisekedi abordó la situación del este del país, centrado en la decisión de levantar el estado de sitio en varias localidades de las provincias más afectadas por el conflicto con grupos rebeldes, en las cuales aseguró existe control.
Al respecto, señaló que tras una evaluación responsable existe la necesidad de un retorno seguro de las poblaciones a una vida cívica normal, mediante un dispositivo transitorio y gradual que permitirá devolver las garantías y derechos ciudadanos.
“Es importante que el pueblo congoleño sepa que el estado de sitio ha permitido no solo desplazar, sino también desenmascarar las redes criminales y mafiosas creadas por los enemigos de la República en el tráfico ilícito de nuestros recursos”, dijo y señaló a Estados vecinos como responsables.
Mencionó el apoyo militar de fuerzas de la región para enfrentar a los rebeldes, como las de Uganda, Burundi y la Comunidad para el desarrollo del África Austral (SADC).
Invitó a los grupos sobre las armas a abandonarlas y destacó como un elemento positivo la retirada escalonada, responsable y sostenible de la misión de estabilización de Naciones Unidas en la RDC (Monusco) y la de la Comunidad de África Oriental.
Sobre la Monusco resaltó que, después de más de 20 años en la RDC, “es tiempo de que el país tome en las manos su destino y sea el principal actor de su propia seguridad y estabilidad”.
Algo parecido mencionó en torno a la diplomacia impulsada por su Gobierno, cuando afirmó que “no se puede decidir nada sobre el Congo, sin el Congo”, en referencia a la participación en escenarios de debates internacionales.
Consideró que la descentralización es uno de los mayores retos del país y valoró que “la economía se ha comportado bien en 2023”, con el sector minero como motor impulsor del crecimiento, del 1,7 por ciento en 2020 al 6,2 por ciento en 2023.
En respuesta a la inflación, anunció intervenciones específicas sobre los precios de los alimentos y políticas monetarias para estabilizar el franco congoleño.
Diversificar la economía, mejorar la infraestructura, consolidar el Estado de derecho y luchar contra la corrupción fueron otros puntos exaltados en el discurso, donde ponderó igualmente las inversiones en educación y salud.
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