Según esa fuente, la obra será financiada por la parte brasileña hasta los 52 millones de dólares, se informó en una reunión realizada la víspera en Brasilia con la presencia del ministro de Obras Públicas boliviano, Édgar Montaño, y del titular de Transporte de ese país, Renán Filho.
Ambos encabezaron la ceremonia oficial en la sede de la cartera de Transporte en Brasilia, a la cual asistieron el alcalde de Guayamerín, Ángel Maimura, y otras autoridades oficiales de Brasil.
“Es un momento histórico, porque los esfuerzos de nuestros pueblos ahora con este puente (…) hacen realidad la integración. Si no fuera por los presidentes Lucho (Luis Arce) y Lula (Luiz Inácio Da Silva) no se daría este momento tan importante”, afirmó Montaño en su intervención.
Destacó el titular que Brasil optimizó las características del viaducto en Guayaramerín con el objetivo de mejorar las condiciones de navegabilidad en el futuro.
Así, describió, contará con las mismas dimensiones de los puentes Abuná (19,5 metros de altura y 170 metros en horizontal) y el Rondón–Roosevelt, existentes en territorio brasileño.
“Quiero destacar -enfatizó Montaño-, la inclusión de la propuesta boliviana (…)”.
Elogió el titular que, a pocas horas de conmemorar los 120 años del Tratado de Petrópolis, “ahora podemos decir que está a punto de hacerse efectivo gracias a nuestros gobiernos progresistas”.
La autoridad gubernamental sostuvo que este proyecto guarda relación directa con la Hidrovía fluvial Ichilo-Mamoré, cuya licitación de preinversión ya está en marcha, razón por la cual Bolivia insistió en implementar las obras con las características técnicas del país andino-amazónico.
Explicó que la obra tendrá dos carriles, aceras de más de dos metros para que los mototaxistas también puedan circular libremente, y además contará con aceras de dos metros en cada sentido.
Carente de salida al mar, para Bolivia resulta importante este proyecto porque la conecta con el Océano Atlántico, lo cual fortalece su economía mediante el transporte de pasajeros y mercaderías en general.
El puente binacional sobre el río Mamoré, en el departamento del Beni, es una deuda “histórica” que deviene del Tratado de 1903.
Firmado el 17 de noviembre de ese año en la ciudad brasileña de Petrópolis, mediante ese compromiso Bolivia cedió unos 191 mil kilómetros cuadrados, que corresponden al actual estado del Acre.
Con anterioridad, en 1867, mediante el Tratado de Paz y Amistad, ya había perdido otros 164 mil 242 kilómetros cuadrados de la región del Acre, anexados por Brasil a la entonces provincia y actual estado de Amazonas.
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