El Gobierno bolivariano manifestó en un comunicado su rechazo categórico a la decisión de las autoridades guyanesas en el bloque Stabroek, ubicado en un área marítima pendiente por delimitar, lo que constituye “una nueva provocación por parte de un gobierno al servicio de la Exxon Mobil”.
Venezuela evidenció esta ilegalidad de manera documental y comunicó repetidamente Ejecutivo guyanés y a la comunidad caribeña, que “tales acciones se están convirtiendo en el mayor foco de desestabilización en la región”, al socavar los intereses legítimos del pueblo venezolano, indicó el texto.
La República Bolivariana reiteró al Gobierno de Guyana y a las empresas transnacionales que explotan o prestan servicios asociados en la zona, que “no reconoce efecto o derecho alguno producto de las concesiones que otorgue o haya otorgado en dichas áreas marítimas por delimitar”.
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