La desafiante estructura, localizada en esta urbe emiratí, está inspirada en una flor de hymenocallis, adornada por tres secciones que se encuentran alrededor de un núcleo central.
Mientras, desde una vista más elevada exhibe el diseño de una cúpula bulbosa habitual en la arquitectura islámica.
Su encanto se vuelve superior cuando el visitante disfruta, alrededor de su base, de una variedad de opciones como el Dubai Mall, la fuente de Dubái y sus coreografías musicales, entre otros atracciones que convierten a esta esbelta figura en un destino por excelencia para múltiples culturas.
El Burj Khalifa, inaugurado en enero de 2010, ofrece al público una experiencia visual como pocas, al apreciar este el moderno paisaje que le rodea desde dos miradores distintos: At the Top, con dos plantas situadas entre los niveles 124 y 125, y una plataforma de observación que supera a muchas con 555 metros en el peldaño 148.
La moderna torre de 162 pisos, además de ser la estructura autosoportada de mayor elevación, ostentaba los récords mundiales del recorrido en ascensor más extenso y del restaurante situado a una altura insuperable.
Esta imponente edificación alberga curiosidades impresionantes, cuentan que al contratar a los responsables de levantarla, estos se percataron de que los cimientos debían asentarse sobre roca sedimentaria, la cual no posee la misma estabilidad que otras.
El mínimo error supondría el hundimiento del Khalifa en el futuro, sin embargo, la suerte estuvo a su lado y, lejos de desvanecerse, emergió cual ave que busca elevar su vuelo.
De esta forma, todo su peso se equilibra en la base, que a su vez está sostenida por 194 pilotes de hormigón sumergidos a casi 50 metros de profundidad a lo largo del terreno arenoso.
Así, como si se adueñara del firmamento en Dubái, el Burj Khalifa desafió todo obstáculo para cautivar a quienes llegan desde diversas regiones del mundo para presenciar lo imposible convertido en realidad.
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