De acuerdo con el informe Todo que perder, publicado por la agrupación católica humanitaria Cáritas italiana, los datos actuales, recogidos por las parroquias, en este país “quienes ya vivían en una situación incierta y precaria están empeorando, mientras los pobres son cada vez más pobres”.
El análisis realizado por ese organismo pastoral de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), divulgado por el diario Avvenire, apunta que en el período postcovid esta situación afecta de manera creciente a personas con trabajo, debido a una baja remuneración y a la inflación.
El estudio refiere que, según datos estadísticos oficiales, de 23,3 millones de personas ocupadas en Italia, aproximadamente 2,7 millones están en riesgo de pobreza.
Por otra parte, califica como un “escándalo” la pobreza absoluta, económica y educativa, de casi un millón 269 mil menores.
Cáritas italiana agrupa actualmente a 84 mil 248 voluntarios, quienes en 2022 asistieron directamente a unas 256 mil personas, con un incremento del 12,0 por ciento en relación con el año anterior, cifra muy superior en la realidad, debido a que se excluyen los resultados de parroquias no conectadas al sistema.
Acudieron a esos centros en la etapa analizada 85 mil 349 familias con hijos menores y se apreció un mayor número de inmigrantes entre las personas asistidas, 59,6 puntos porcentuales del total, con las cifras más elevadas en el noroeste y el noreste del país, del 68,6 y 66,4 por ciento, respectivamente, agrega la fuente.
mem/ort