De acuerdo con un comunicado divulgado por la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), se suman al paro este viernes todos los afiliados de las regiones centrales, y a nivel nacional los empleados del sector público, de la salud, de instituciones docentes, así como de correos, además de bomberos y transportistas.
Entre las demandas que motivan esta huelga, convocada además por la Unión Italiana del Trabajo (UIL), se encuentra una reforma fiscal y de pensiones, un aumento salarial, incrementos en las inversiones en salud, en educación, y “se apoya un proyecto de cambio para el país poniendo en primer lugar a los jóvenes, a las personas, al trabajo”.
Luego de un acuerdo con el gobierno, el transporte por trenes, metro, ómnibus y marítimo solo se paralizará entre las 09:00 y las 13:00 horas, mientras se eximirá de esta demostración a todo el sector la transportación aérea, incluido el personal de tierra, precisa una nota divulgada en el diario Corriere della Sera.
El acto central se efectuó en la Plaza del Pueblo, de Roma, a las 09:40 hora local, e intervinieron en el mismo el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini y el líder de la UIL, Pierpaolo Bombardieri, quienes anunciaron que las protestas se extenderán durante varias jornadas antes de que finalice el presente año.
El 20 de noviembre Sicilia irá a la huelga, el 24 se realizará en las regiones del norte, mientras que en Cerdeña el paro tendrá lugar el 27 de noviembre y el 1 de diciembre se efectuará en las regiones del sur de este país, con grandes manifestaciones convocadas en las ciudades de Nápoles y Bari, agrega la fuente.
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