Durante la presentación del Informe sobre la brecha de emisiones de 2023, el alto representante señaló además la falta de liderazgo como otra importante causa de la actual crisis climática.
El texto, publicado este lunes por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), reconoce que, a menos que los países intensifiquen la acción climática y cumplan más de lo prometido para 2030, el mundo se encamina hacia una temperatura de entre 2,5 y 2,9 grados.
«La brecha de emisiones se parece más a un cañón plagado de promesas incumplidas, vidas incumplidas y récords incumplidos», alertó el máximo responsable de la ONU en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, recordó que las energías renovables nunca han sido más baratas ni más accesibles, en una convocatoria a desestimar de una vez el uso de los combustibles fósiles.
Por su parte, la directora del Pnuma, Inger Andersen, advirtió que ninguna persona o economía está quedando al margen de la crisis climática.
Al intervenir desde Nairobi, Kenia, la representante recaló en la necesidad urgente de dejar de establecer récords no deseados en materia de gases de efecto invernadero, temperaturas máximas globales y condiciones climáticas extremas.
“En lugar de eso, debemos dejar el viejo patrón de ambición y acción insuficiente, y comenzar a establecer otros récords: en reducción de emisiones, en transiciones verdes y justas y en financiamiento climático”, convocó.
El Informe sobre la brecha de emisiones de 2023 se publica apenas 10 días antes del inicio de la Conferencia sobre Cambio Climático COP28 en Dubai.
La cita será escenario del cierre del primer Balance Global de la implementación del Acuerdo de París al tiempo que informará de la próxima ronda de Contribuciones Nacionales Determinadas que los países deben presentar en 2025, con objetivos para 2035.
De acuerdo con la ONU, la ambición global debe llevar las emisiones de gases de efecto invernadero en 2035 a niveles consistentes entre dos y 1,5 grados.
Sin embargo, las estimaciones de Naciones Unidas no consideran creíbles las promesas actuales.
Ninguno de los países del G20 está reduciendo las emisiones a un ritmo coherente con sus propósitos, mientras que en el escenario más optimista, la probabilidad de limitar el calentamiento a 1,5 grados es sólo del 14 por ciento.
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