Desde el pasado 7 de octubre, luego de los ataques de Hamas a ese país, en esa franja palestina unos 160 jóvenes mueren diariamente, lo que quiere decir que cada 10 minutos fallece uno de ellos, además de que dos resultan heridos, mientras sus familias están atrapadas en circunstancias aterradoras, precisaron desde ese organismo.
Si continúan las restricciones al acceso del agua y al saneamiento en Gaza habrá un aumento trágico pero totalmente evitable en el número de niños que mueren, insistió el vocero del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), James Elder.
El vocero de la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier explicó que cada día nacen alrededor de 180 bebés en la Franja de Gaza y que más de 20 de ellos necesitan atención especializada, en particular los prematuros y de bajo peso en el hospital Al-Shifa, donde una misión de la ONU pudo evacuar a 31 de ellos durante el fin de semana.
Lindmeier informó que menos de la mitad de los hospitales y clínicas de la Franja funciona ahora en cualquier capacidad, y adelantó que la OMS continúa con los planes para evacuar a los 200 pacientes y 50 trabajadores sanitarios que aún se encuentran en ese centro hospitalario.
Sobre esa situación comentó que se ha vuelto tan grave que la única alternativa a la evacuación es enfrentarse a una muerte segura.
De acuerdo con la OMS, Gaza alberga a miles de personas heridas y gravemente enfermas, hay un fuerte incremento de enfermedades como diarrea e infecciones respiratorias, y carece de agua, combustible, alimentos, electricidad o suministros médicos.
Hasta el momento se han notificado unos 72 mil casos de infecciones de las vías respiratorias en los refugios para desplazados, al igual que 49 mil de diarrea, más de la mitad de ellos entre niños menores de cinco años.
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