El número de cruces fronterizos creció de 200 diarios a 17 mil desde que el Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales de Pakistán fijó como fecha límite el 1 de noviembre para el “retorno voluntario” de todos los afganos indocumentados en Pakistán a su nación de origen.
En total, casi 375 mil afganos abandonaron Pakistán en los últimos dos meses, principalmente a través de los cruces fronterizos de Torkham y Spin Boldak, aseveró este martes Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general, António Guterres, al citar cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esa entidad de la ONU proporciona ayuda crítica a los desplazados que incluye alojamiento, agua, saneamiento, artículos domésticos esenciales, atención médica, servicios de protección y nutrición, así como dinero en efectivo para cubrir las necesidades básicas, transporte y alimentos.
Sin embargo, la Organización alertó que la situación de las mujeres y las niñas en Afganistán es excepcionalmente difícil por lo que resulta probable que las necesidades aumenten a medida que se acerca el invierno.
En ese sentido, la OIM llamó a la comunidad internacional a aumentar su apoyo en un momento en que la financiación para la población afgana está disminuyendo rápidamente.
Otras estimaciones aseguran que 1,7 millones de afganos vivían en el vecino país antes del anuncio de las autoridades de su represión nacional.
La disposición asegura que cualquiera sin documentos adecuados tendría que abandonar el país o podría enfrentar arrestos.
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