En un comunicado la institución hizo pública su indignación y señaló que los hechos ocurrieron la víspera al culminar anoche el partido realizado en el Estadio Nacional de Lima, como parte de las eliminatorias suramericanas camino al mundial de Estados Unidos en 2026.
“Resulta, a lo menos bochornoso, que un evento futbolístico de tanta envergadura, haya sido tomado como campo de batalla para exponer las más bajas pasiones de xenofobia antivenezolana por parte de una autoridad policial de Perú”, afirmó el texto.
Expresó que esta conducta “no resulta sorprendente” y apuntó que el ambiente previo al partido, “había sido enrarecido por el inaudito anuncio” de la Policía peruana de “realizar controles migratorios a la comunidad venezolana”, en el contexto de una actividad deportiva de previsible participación masiva.
La nota denunció la emisión de comentarios “denigrantes y cargados de violencia contra la mujer venezolana”, expuestos por supuestos comunicadores de Perú, que agudizaron las tensiones contra el gentilicio venezolano.
Puntualizó que, además, los atletas fueron “secuestrados por varias horas de retraso”, al negarse las autoridades a suministrar combustible a los aviones que transportaban a la selección nacional para su regreso a Venezuela.
El Ministerio para la Juventud y el Deporte “se reserva las acciones legales correspondientes” y exige a las autoridades de Perú, a la Federación Internacional de Fútbol, la Confederación Sudamericana y a la Federación Peruana de Fútbol, una “profunda investigación sobre estos inaceptables acontecimientos”.
Estimó que estos hechos “violentan flagrantemente” los derechos humanos, la lucha contra la discriminación y el racismo.
El canciller Iván Gil en su cuenta X, antes Twitter, consideró que el Gobierno de Perú “comete una nueva arbitrariedad contra los venezolanos, al impedir que el avión que trae de regreso a la @SeleVinotinto recargue el combustible para emprender el vuelo”.
Subrayó que el Ejecutivo peruano “aplica un secuestro, vengativo” a nuestro equipo, que realizó “un extraordinario juego el día de ayer”.
Gil exigió el cese inmediato de las agresiones contra la selección Vinotinto y del pueblo venezolano y llamó a asumir al Gobierno peruano “sus obligaciones en el marco del respeto al derecho internacional y desechando las prácticas de xenofobia”.
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