La acción, reivindicada por la autodenominada Resistencia Islámica en Iraq, fue realizada con el empleo de un vehículo aéreo no tripulado contra la referida base, considerada la mayor en Siria y ubicada en la provincia de Deir Ezzor, a unos 450 kilómetros al nordeste de esta capital.
La organización afirmó que su aparato aéreo kamikaze impactó justo en el blanco señalado, y aclaró que estas acciones se llevan a cabo en respuesta a los crímenes cometidos por el ocupante israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco, ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
Los ataques contra esas bases aumentaron notablemente desde el comienzo de la agresión israelí contra la Franja de Gaza, superando los 100 tanto en Siria como en Iraq, y causaron lesiones a al menos 45 militares estadounidenses.
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