En un mundo necesitado de más diálogo, «insistimos en que señalar con el dedo no es un enfoque constructivo”, dijo el funcionario en alusión directa a recientes pronunciamientos de la AIE, instituida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
A la industria se le ha dicho que debe “elegir entre alimentar la crisis climática o abrazar el cambio hacia la energía limpia” en el contexto del escenario normativo propuesto por la agencia de Occidente, recordó Al-Ghais.
La seguridad y la asequibilidad energéticas, opinó, deben ir de la mano de la reducción de emisiones, para lo que se requieren mayores inversiones y el desarrollo de nuevas tecnologías con capacidad para adaptarse a tales requerimientos.
“En la OPEP creemos que el mundo tiene que concentrase en la tarea de reducir emisiones y no en elegir fuentes de energía”, señaló el directivo mediante un comunicado.
Desde hace tiempo, razonó, la industria petrolera incorporó el uso de energías renovables para la reducción de emisiones, la captura directa de aire, la eliminación del dióxido de carbono y la limpieza de hidrógeno.
“Necesitamos entender que todos los países tienen sus propios caminos ordenados de transición energética, necesitamos tener la seguridad de que se escuchen todas las voces, no sólo unas pocas y necesitamos transiciones energéticas para permitir el crecimiento económico, mejorar la movilidad social e impulsar el acceso a la energía y reducir emisiones al mismo tiempo”, remarcó.
A juicio del funcionario, el reciente informe de la AIE “vilipendia injustamente” a la rama petrolera al considerar que está detrás de la actual crisis climática.
Resulta lamentable que la AIE califique tecnologías como la captura, utilización y almacenamiento de carbono como una ilusión, pues los desafíos energéticos “son enormes y complejos y no pueden limitarse a una cuestión binaria”, afirmó Al-Ghais.
Según la Organización de las Naciones Unidas, las políticas en vigor para la reducción de gases de efecto invernadero son insuficientes y de continuar por la misma senda el aumento de la temperatura de la Tierra alcanzará los tres grados con respecto a la era preindustrial.
En opinión de la OPEP, todas las fuentes energéticas, tanto los combustibles fósiles como las energías renovables, van a ser necesarias para alimentar la economía global, al considerar que la humanidad requerirá un 23 por ciento más energía de aquí a 2045.
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