De acuerdo con el Informe Clima Ciudad 2023 elaborado por la organización ecologista Legambiente, esos 936 eventos constituyen el 49,1 por ciento de las catástrofes registradas durante esos 14 años en esta nación, “cada vez más frágil y poco preparada ante la crisis climática”.
En ese período las regiones más afectadas por inundaciones como consecuencia de lluvias intensas fueron Sicilia, con 86 casos, Lacio con 72, Lombardía 66 y Emilia-Romaña 59, mientras en Campania y Apulia se reportaron 49 en cada una, y en Toscana la cifra llegó a 48.
Entre las ciudades con mayor incidencia de ese fenómeno se encuentran Roma, donde se produjeron 49 inundaciones, Bari 21, Agrigento 15, Palermo 12, Ancona, Génova y Nápoles con 10 en cada caso.
Los deslizamientos de tierra provocados por las precipitaciones, que causaron graves daños, ocurrieron especialmente en las regiones de Lombardía con 12, Liguria 11, y Calabria y Sicilia, ambas con nueve.
Las crecidas fluviales fueron más frecuentes en la región de Lombardía con 30 casos, ocurridas en particular en el municipio de Milán donde se registraron más de 20, seguida de Emilia-Romaña con 25 y Sicilia 18.
Estas cifras resultan preocupantes si se tiene en cuenta que en Italia 1,3 millones de personas viven en zonas definidas como de alto riesgo de deslizamientos de tierra y lodo, así como más de 6,8 millones que enfrentan un peligro medio o alto de inundaciones, afirma este análisis.
Desde el punto de vista económico, añade el estudio, de 2013 a 2023 en este país se gastaron más de 13 mil 800 millones de euros en fondos para la gestión de emergencias meteorológicas y climáticas,
Sin embargo, según los expertos de la asociación ambientalista Legambiente, para enfrentar con mayor efectividad estas catástrofes naturales es necesaria la aprobación gubernamental de un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, identificar las líneas de financiación y asignar los recursos económicos adecuados para implementar este.
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