Fuentes cercanas a la amplia delegación brasileña indicaron que, en la Expo City Dubái, escenario del foro, Lula recibirá la bienvenida y, en la secuencia, se encontrará con el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, en la primera reunión bilateral del día.
Luego participará de la sesión de apertura de la presidencia de la COP28 y, después, deberá discursar en la primera sesión del segmento de alto nivel para jefes de Estado y de Gobierno.
«Vamos a la COP para discutir la preservación de la Selva Amazónica y ver si los países ricos están dispuestos, efectivamente, a hacer las inversiones para los países que tienen selva puedan mantener sus bosques en pie…», adelantó a periodistas antes del despegue en Doha, Qatar, hacia Dubái.
También en la jornada están previstos encuentros bilaterales del exdirigente obrero con el presidente de Israel, Isaac Herzog, el secretario general de la ONU, António Guterres, la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y su homólogo de Guyana, Mohamed Irfaan Ali.
Para horario vespertino, Lula tiene programada una visita al Pabellón de Brasil en la COP28, antes de asistir a una cena especial bautizado de La Amazonia: una experiencia inmersiva, al lado del jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos.
«Estamos con un vasto programa, muy grande, de energía verde y renovable. Estamos con un vasto programa de recuperación de tierras degradadas», refirió el gobernante brasileño.
Manifestó que «la discusión que va a tener lugar en la COP todavía puede no ser decisiva, pero creo que vamos a tener que cambiar el juego para que la gente aprenda que el planeta no está bromeando. El planeta les está advirtiendo: cuiden de mí porque si no son ustedes los que van a perder», subrayó.
Según expertos, Lula buscará en la COP28 destacar a Brasil como líder ambiental y atraer inversiones para preservación y transición energética.
Con la Amazonia presentando caída del 22,3 por ciento en la deforestación, el líder progresista llega al evento con datos positivos.
Ministros de diversos sectores también deben marcar presencia en la cumbre, indicando un enfoque amplio sobre la cuestión ambiental.
Además, este año el Gobierno brasileño debe proponer en la conferencia un nuevo mecanismo de captación de recursos para financiar la preservación en países con bosques.
De igual manera, un ambicioso objetivo de reducción del 53 por ciento de las emisiones para 2030 respecto a 2005 (cuando se firmó el Acuerdo de París) superando la anterior del 50 por ciento.
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