En declaraciones a la cadena France Inter, reaccionó ante las preocupaciones que generan dos recientes asesinatos, el acto terrorista del fin de semana en una zona turística parisina, donde un radicalizado islámico apuñaleó a un visitante germano-filipino, y la muerte el sábado, también por arma blanca, de un aficionado en el contexto del partido Nantes-Nice de la Ligue1.
De acuerdo con la titular, la amenaza terrorista, en particular la de islamistas radicales, existe y no es nueva, por lo que no es específica ni de Francia ni de los Juegos Olímpicos, previstos del 26 de julio al 11 de agosto del año próximo, o los Paralímpicos, del 28 de agosto al 8 de septiembre.
“La seguimos bien de cerca, a la vez por las fuerzas del Ministerio del Interior y por el entorno del Presidente de la República. Estamos claros acerca de esta amenaza y hacemos todo para reducirla al máximo”, afirmó.
Al respecto, Oudéa-Castéra resaltó que las medidas de seguridad se reforzarán de manera significativa durante las citas deportivas estivales de esta capital, entre ellas el establecimiento de perímetros con controles “extremadamente exhaustivos”.
La ministra francesa de Deportes admitió el desafío particular que representará la ceremonia inaugural de París-2024, señalada al aire libre con el río Sena como protagonista y cientos de miles de espectadores.
En cuanto a la violencia en el fútbol, lanzó un “ya basta” y prometió una respuesta “global y extraordinariamente determinada”, en coordinación con los ministros del Interior y de Justicia, la Federación Francesa de Fútbol, la Liga de Fútbol Profesional y los clubes.
Frente a situaciones radicales, medidas radicales, dijo Oudéa-Castéra, quien estimó que cuando existe un partido de riesgo por violencia, debe prohibirse el desplazamiento de aficionados rivales.
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