Ese monto liberado del Fondo Central de Respuesta a Emergencias respaldará a más de medio millón de personas desplazadas internamente por la violencia, de acuerdo con Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
Estos se suman a los dos millones de hombres, mujeres y niños que ya estaban en esa condición en Myanmar.
A pesar de los desafíos de inseguridad, acceso y telecomunicaciones, la asistencia humanitaria esencial se brinda, cuando es posible, utilizando una variedad de enfoques flexibles, aseveró el vocero.
Según la ONU, los socios humanitarios locales e internacionales siguen comprometidos a cumplir con su ayuda, que hasta septiembre llegó a 2,5 millones de personas en ese país en conflicto.
El organismo estima que su Plan de Respuesta Humanitaria para Myanmar de 887 millones de dólares para 2023 está financiado con menos de un tercio, lo que significa que apenas dispone de 254 millones de dólares.
Se necesita urgentemente apoyo adicional para permitir que el personal humanitario responda de manera efectiva y a escala a las crecientes necesidades, dijo Dujarric.
El anuncio de la financiación del Fondo Central de Respuesta a Emergencias ayudará a las organizaciones humanitarias a conseguir asistencia vital para personas cuyas vidas han sido desarraigadas por el conflicto.
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