Con delegados de 85 países, la cita busca mejorar la gestión ambiental y desplegar más mujeres en el terreno con el objetivo de garantizar misiones más diversas e inclusivas.
De acuerdo con una nota de prensa emitida a propósito del evento, la Conferencia se centrará en cuestiones cruciales como la promoción de la paz sostenible, la protección de los civiles, las comunicaciones estratégicas y la seguridad y la salud mental del personal.
Previo al evento, el secretario general Adjunto de Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix, calificó esa labor como una tarea política.
«Nuestro objetivo es ayudar a las partes a asegurar e implementar acuerdos y procesos relacionados. Para tener éxito en un mundo que está más dividido que nunca, necesitamos el compromiso unido y activo de los estados miembros”, dijo.
A medida que las misiones enfrentan desafíos y amenazas sin precedentes, la Conferencia Ministerial resulta una oportunidad importante para que los estados miembros demuestren su apoyo y hagan promesas concretas para fortalecer su eficacia, agregó el alto representante.
La nación anfitriona reconoció el positivo historial de los esfuerzos para el mantenimiento de la paz en la región y los consideró indispensables para el fin de los conflictos.
«Es pertinente que el mundo mantenga su firme compromiso de proteger celosamente esta herramienta multilateral y apoye plenamente las iniciativas del secretario general (António Guterres), esenciales para mejorar la eficacia del mantenimiento de la paz moderno y abordar los problemas de seguridad», afirmó la ministra de Asuntos Exteriores e Integración Regional de Ghana, Shirley Ayorkor Botchwey.
Desde 1948, más de dos millones de cascos azules de 158 países han servido en 71 operaciones de la ONU.
Actualmente casi 80 mil mujeres y hombres de más de 120 países trabajan por ese anhelo en zonas conflictivas de África, Asia, Europa y Oriente Medio.
Más de cuatro mil 200 efectivos perdieron la vida sirviendo bajo la bandera de las Naciones Unidas.
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